Ha habido mucho escrito con mucho provecho sobre el tema de Gedeón y está lleno de interés por nosotros. Pero antes de seguir con el estudio provechos de Gedeón, me gustaría añadir un poco más sobre la canción de Débora en el capítulo de la semana pasada.
“Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sísara. Los barrió el torrente de Cisón, el antiguo torrente, el torrente de Cisón. Marcha, oh alma mía, con poder”. Jueces 5:20,21
Estos versículos indican quizás una forma que Jehová usaba para ayudar Israel en esta batalla con un enemigo mucho más fuerte que ellos, posiblemente a través de lluvias fuertes y una inundación que hacia inútil sus carros de hierro y sus caballos, atrapados en el lodo. ¿Era milagrosa esto? ¿O hubiera dicho los enemigos que fue nada más “mala suerte”? Hubo tiempo cuando Jehová tumbo las paredes de Jericó con un milagro obvio. Pero aquí, quizás nada más fuertes lluvias. Me hace pensar de Esdras, en su día de la nación en ruina, cautivos retornando a su tierra por el permiso de rey de Babilonia. Llevaban consigo vasos de oro que eran por el templo en Jerusalén. Había gran peligro de ladrones por el camino largo. ¿Qué dice Esdras? “Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio”.
¿Hubo milagro? ¿Columna de fuego por noche y la nube de día? Nada de eso; solo leemos que Dios escuchaba su oración y obraba a su favor impidiendo a los pandilleros que no los atacasen, pues eran aparentemente sin defensas y caminando por un desierto con muchos bienes. Así vemos en el libro de Jueces algo similar. En los tiempos de prosperidad espiritual, vemos como Dios ha obrado milagrosamente. Y hay los que anhelan ver el mismo poder enseñando por Dios en el día de hoy, hasta el punto de profesar tener tal poder. Pero no olvidemos que tenemos en la Biblia estos ejemplos de debilidad obvia por el bajo estado espiritual del pueblo de Dios. No debemos pensar entonces que la falta de manifestaciones abiertas entre el pueblo de Dios indican que el Señor Jesús no puede estar en medio de dos o tres congregados en su nombre.
“Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza”. Así termina la canción de Débora. No dudo que en su aplicación a la nación de Israel, era una profecía de un día aun futuro cuando su Mesías, el Señor Jesucristo, reinará en justicia y poder. Malaquías y otros profetas nos hablan una y otra vez en el antiguo testamento de aquel día. “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Malaquías 4:2 Pero por nosotros, cristianos en el día de la gracia, nuestra esperanza está más cerca. “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. ¡Que respondamos con Juan “Amén; sí, ven, Señor Jesús”.
Hay más en la canción de Débora que se puede aprovechar pero yo quiero animarles a cada uno leer las misma escrituras provechosas y dejar el Espíritu de Dios aplicar las amonestaciones y bendiciones de este capítulo 5 de Jueces a su corazón. Mediten por ejemplo sobre lo que se dice acerca de Jael; “Bendita sea entre las mujeres Jael, mujer de Heber ceneo; sobre las mujeres bendita sea en la tienda. El pidió agua, y ella le dio leche; en tazón de nobles le presentó crema”. ¿Puede ser ejemplo del principio cristiano “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber”. Romanos 12:20 ¿Y qué quiere decir las excusas de la mama de Sísara que no puede creer que su hijo haya sido vencido sino proclama palabras vanas acerca de una victoria esperada donde está atrasado, no porque quedó muerto con un clavo por su cabeza sino que está repartiendo botín con los otros soldados? ¿Por qué vio bien el Espíritu de Dios revelar esta conversación con Débora y a través de ella, con nosotros? No sé, pero estoy seguro que hay una palabra de bendición por nosotros en su lectura.
4 marzo de 2018